- En un reportaje anterior contaste lo de tu barrio
y tu infancia, los grandes jumiales, la acequia de la Belgrano, de como
se juntaban los changos a guitarrear.
"Hice una canción para evocar aquello. Fué hace poco
y en algún momento saldrá"
(Dicha canción fué Sintaxis, incluida en el album lanzado
en 1994).
- Hay un poco también en "Huayno de mi infancia"..
"No. Esto es otro enfoque, totalmente distinto".
- ¿Tiene titulo?
"Todavía no"
- Puedes anticiparnos un par de versos como para tener idea?
"Hago una recopilación de eso que acabas de mencionar. Los
grandes jumiales, la gran acequia arbolada/ y una luz cada tanto, eso era
mi barrio.
Digo: "lugar de vida/ lugar de sueños/ lugar de una ilusión
sonando/
como forma de vida/ y con formas queridas/ entre la ciudad y el campo".
- Claro, porque esto ya era el campo...
"Sí. Mi barrio estaba en la mitad, entre la ciudad y el campo.
Esto, lo que hoy es el barrio Ejército Argentino era monte donde
veníamos a juntar leña, a "hondiar" por sobre el
canal. Es una evocación muy linda. Para mí es haber encontrado
una forma de expresión muy de adentro.
Por la mitad del tema digo: "Imagen, olor y sonido/ mundo maravilloso/
donde redescubro mis voces/ emoción que desvela mis días/
recupero total con gracia divina/ comprender y querer la esencia misma"..
- Todo eso se ha perdido.
"Todo. La calle Solís, por ejemplo, era un salitral impresionante,
un jumial".
- Pero ya era la calle Solís.
"Sí, calle Solís, este y oeste. Había una acequia
que cruzaba la Belgrano hacia los dos costados. Una hacia el Vinalar y
otra hacia el río.
Donde hoy es la Ciudad del Niño, el oratorio de Don Bosco, era la
famosa quinta "La Esperanza" Villa Yocca. Ibamos a jugar a la
pelota con los chicos de la villa, nos sentíamos amigos de ellos,
compartíamos lo que ellos vivían".
- ¿Y tus viejos que hacían?
"Mi padre fue siempre obrero de la construcción. Mi madre vendía
verduras con dos canastos. Se iba caminando hasta el mercado Armonía
donde vendía todo lo que le quedaba. Después volvía
a casa con mercaderías. Atesoro estos recuerdos de la infancia y
todo lo que mis padres me brindaron, valoro su sacrificio, sus enseñanzas.
Mi padre se jubiló como obrero de la construcción después
de una vida muy esforzada. El siempre valoró la familia y a pesar
de la estrechez aún sin tener nada, mi casa era una fiesta por la
unión de la familia".